El gran cambio sociológico que producirá la inteligencia artificial

La inteligencia artificial no va de tecnología, va de cambio social. Cambios en el comportamiento del ser humano que vienen ya produciéndose desde hace algunos años de manera silenciosa, pero que una herramienta que destapa el lado lúdico de la IA como chat gpt ha puesto en la mente de todos.

REFLEXIONES DE ACTUALIDAD

Ignacio Sordo

2/4/20242 min read


Hace muchos años tuve un profesor de marketing que era director general de marketing de una importante empresa de telefonía móvil. En aquella época no existían aún los smartphones y a WhatsApp le quedaban 10 años para ser inventado, y; este profesional, nos sorprendió a todos en clase cuando nos comentó que su negocio no iba de terminales más o menos sofisticados o de redes más o menos eficientes, su negocio iba de satisfacer la necesidad de comunicación de las personas.

Lo mismo ocurre con la inteligencia artificial, ya que esta va a producir un cambio importante de comportamiento del ser humano, aprovechando una tecnología para lograr un objetivo super loable, trabajar mucho menos en aquellas tareas que no aportan valor añadido.

El primer cambio sociológico ha venido por parte de los estudiantes. Los primeros en darse cuenta de las ventajas de la IA como no podía ser de otra manera, han sido los jóvenes que rápidamente han sustituido el tan socorrido “Rincón del Vago”, por un Chat GPT utilísimo para realizar sus trabajos en cuestión de minutos, y que ha provocado no pocas inquietudes en la comunidad educativa, que tendrá que analizar (a lo mejor apoyándose en la propia
IA) que otras formas de evaluar se introducen para medir el verdadero esfuerzo de sus estudiantes.

El derecho a la pereza, obra del yerno de Marx, Paul Lafargue, que aboga por la reducción de la jornada laboral y el tiempo libre y el ocio como derechos fundamentales, puede tener un gran aliado en la utilización de la
IA.

Este derecho a la pereza, que alguna vicepresidenta de manera errónea tiene como libro de cabecera, no puede ser a cambio de nada, y menos en un país que tiene según datos de EUROSTAT una productividad por hora 16,5 puntos por debajo de la media de la eurozona.

Justo al contrario, el uso de la
IA no puede ser un sustituto del esfuerzo personal ni de la inteligencia natural, sino, aprovechando esta, una herramienta que consiga un incremento de productividad de nuestras empresas que nos lleve a la consecución de tener más tiempo libre.

Por ello tenemos que estar muy proactivos en esta nueva tecnología, para introducir cambios en nuestros hábitos laborales, cambios que van a llegar queramos o no, y para los que aún creemos en el viejo refrán de “Al que madruga Dios le ayuda”, que nos pille muy atentos y despiertos puesto que es una autentica oportunidad de desarrollo personal, económico y profesional, al que desde luego nunca podrá alcanzar el que esté instalado en esta nueva clase social que se rige por el nuevo refrán “Al que no madruga le dan ayudas”…